En el país como estamos actualmente,
todo puede suceder en las distintas esferas por la crisis moral, social,
política, económica y corrupción en los tres niveles de gobierno, donde cada
día la mayoría de la población cuestiona
al congreso corrupto y la presidenta
Dina a quien llaman la usurpadora y piden su renuncia y los organismos
internacionales, comienzan a pronunciarse en contra de la mandataria nacional,
donde el país atraviesa la otra crisis producto de la inundaciones que son
fenómenos naturales que año en año se nos presenta, y no se tiene las
previsiones del caso y el gobierno como buscando encontrar cortinas de humo, a
través del organismo responsable se inundó al país con el denominado “Ciclón
Yaku”, que más parece obedecer a seguir creando zozobra en la mentalidad
nacional, como las mentiras a los cuales el país parece ya acostumbrarse que
provienen del ejecutivo y del mismo congreso. Aunque en el Perú, no siempre las
inundaciones o fuertes lluvias ocurridas pueden atribuirse al fenómeno del
Niño, puesto que ocurren inundaciones provocadas o amplificadas por las acciones
antrópicas sobre la faja marginal y planicie inundable de los ríos,
principalmente del desarrollo urbano y/o actividad agropecuaria, pero lo que no
hace el ejecutivo, el congreso y las instituciones de gobierno, es generar la
prevención, no se cuenta con infraestructura adecuada para afrontar las lluvias
torrenciales, sino se busca alardear desde el gobierno para señalar que se
trata del “ciclón Yaku”.
Mientras
en gobiernos como el ecuatoriano avanzó con los planes de contingencia para
afrontar las consecuencias de las fuertes lluvias. Pero aún así hunp muertes y
heridos, unidades educativas dañadas en su infraestructura, al igual que los
centros de salud afectados y muchos bienes públicos afectados, destruidos entre
puentes afectados. Sin embargo en dicho país se tiene acciones coordinadas con las
personas afectadas o damnificadas y se activan alojamientos temporales, como
parte de la previsión. Se declara la emergencia y los diversos estamentos del
Estado, entre ellos el Ministerio de Inclusión Económica y Social y todo el personal
de esa institución y otras en territorio está activo y coordinando con otras
entidades públicas para brindar una prestación integral a los afectados en
temas como salud, educación, reubicación en casos de riesgo, fumigación, entre
otros servicios sociales, lo que no sucede en el Perú, que a los mucho hay
“buenas intenciones”, viajes al lugar de representantes del gobierno y
congresistas que se toman fotos y publicarlas por los medios de comunicación
masivos y la ayuda y el auxilio nunca llega, hasta que se acuerden en otro
desastres, “visitar” nuevamente.
Está claro que el gobierno de
Dina Boluarte y los otros no asumen su responsabilidad de la prevención ante la
presencia del fenómeno del niño y prefiere denominarlo como ciclón Yaku. Hay
diferencias los Ciclones son fenómenos climáticos muy peligrosos, que consiste
en una tormenta de rápida rotación de acuerdo con la Organización Meteorológica
Mundial, puede afectar las mareas, causando inundaciones, así como vientos
extremos, tornados y rayos.
Sin embargo lo que tenemos en
el Perú es el fenómeno costero del niño, que cada año se nos presenta, como
ahora en la costa, las inundaciones catastróficas son ocasionadas por los
desbordes de los ríos cargados de flujos hiperconcentrados con gran capacidad
de erosión y sedimentación, predominando un mecanismo de desarrollo típico de
las inundaciones fluviales, que se forman lentamente durante un intervalo de
tiempo de días. Es urgente en nuestro país peruano que se atienda a la
población afectada, se les brinde atenciones psicosociales en emergencia y
primeros auxilios psicológicos. Las familias afectadas reciban asistencias
humanitarias y no se escatiman esfuerzos. Sin embargo nada de ello se esta
notando
Es
momento que por lo menos establezcan puntos de donación en las oficinas de
municipios Distritales en las poblaciones afectadas para que la población pueda
entregar alimentos no perecibles y vestimenta para los diferentes paquetes
(kits) de ayuda humanitaria. El Gobierno y congreso del Perú quienes están más
preocupados en cortinas de humo, los damnificados están a su suerte, a que
alguna persona, ONG y/u otro realice una campaña de donación para un pequeño
grupo familiar o caserío, nada coordinado, nada organizado, ni en forma
privada, ni estatal, sin coordinación y planificación interinstitucional. Los
COE y COER, y otros tienen limitada participación y asistencia, muchas veces
después de las necesidades urgentes.
En
el Perú no está funcionando la coordinación con los responsables de Gestión de
Riesgos y Defensa Civil, no se articula el levantamiento de datos para la
identificación de familias damnificadas que pueden acceder a los Bonos de
Contingencia o sea asistido. Hay restricción de dotación de elemental recurso agua
potable durante una lluvia intensa y así pasan varias horas después, nadie les
asegura el abastecimiento. No basta con señalar como algunos funcionarios del
agua indican que: “Primero botamos el agua de lluvia y luego entregamos el
agua. No podemos dar los dos servicios, ya que se generaría una contaminación
fuerte a nivel de toda la región. Primero, bombeamos el agua de lluvia, que
demora entre dos a seis horas, dependiendo de la intensidad de lluvia que
exista. Luego de ello, recién soltamos el agua”. Mientras tanto se quedan a su
suerte.
Lejos
de la asistencia a los damnificados, el ejecutivo y el congreso se ponen de
acuerdo, en que habrá una nueva entidad, creando una nueva autoridad que
reemplazará a reconstrucción con cambio es decir crear una entidad para generar
mayor burocracia y generar el favoritismo político y le echan la pelota a los
alcaldes y gobernadores regionales para que afronten las inundaciones en sus
localidades, mientras terminan de crear la Autoridad Nacional para la
Infraestructura, en reemplazo de la Autoridad para la Reconstrucción con
Cambios. Prioricen la atención a los damnificados, es urgente.
Sociólogo:
Fulgencio Quispe Apaza.
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